Por fin llegó el día en que comienza nuestra aventura!

Aunque el viaje empezó hace ya mucho tiempo... Creo que cada viaje empieza mucho antes incluso de comprar los billetes, empieza desde que nace la idea y te imaginas vagando por mundos en los que jamás has estado, y sonríes.

Hoy dejo Londres, que fue otra de mis ideas 5 años atrás. Londres, esa gran ciudad que me ha dado mucho, y me ha exigido otro tanto.
Ahh Londres, contigo he llegado a la crisis de nervios, me he sentido verdaderamente sola por primera vez y he deseado con todas mis fuerzas que a la cuenta de tres estuviera en mi casa otra vez. Por eso, y otras muchas cosas, empecé a imaginar mi vida sin ti. Y aquí estoy hoy, seis meses después, de camino al aeropuerto y con mi mochila al hombro.

Estas últimas semanas, debo admitir, que te has portado de maravilla conmigo. Has hecho un hueco en tu espesa capa de nubes para dejar que se asomara un sol radiante! Buen tiempo, cervecitas al sol con los amigos, fiestas y barbacoas. He paseado por tus calles como si todo fuera territorio virgen y me has dejado descubrir sitios nuevos todavía, he ido a exposiciones de arte, conciertos de todo tipo, he bailado hasta que me doliesen los pies y he conocido a gente increíble.
Ok, Londres, tú ganas: molas. No lo puedo negar, mola mucho esta ciudad!

Aunque eso no quita que tenga unas ganas terribles de perderte de vista, pero es verdad que, contra todo pronóstico, al final, voy a echarte de menos...




Nota: a pesar de que no se donde dormiré pasado mañana, hoy y estos días atrás he estado muy tranquila, sospechosamente tranquila, mucho más de lo que debería... Qué me pasa?